Si reflexionáramos sobre la sensación que nos produce ver a una persona arrojar basura en cualquier lugar que no sea un cesto de basura, es probable que algunos sentirían: enojo, desagrado y amargura, ó tal vez, en muy raros casos, indiferencia. Sin embargo, el hecho de que a la mayoría de los seres humanos nos agrade vivir en lugares limpios y ordenados, podría ser un indicador de que para la gran mayoría, ver a personas botar basura por doquier resulta sumamente desagradable.
Hace unos años, vi a un padre llevar de la mano a su hijita, de aproximadamente 6 años, hasta un cesto de basura para que depositara sus desechos. En ese momento, pensé en el papel que jugamos los adultos en la enseñanza de la educación ambient
al como eje transversal de la sociedad para las futuras generaciones. Si cada padre enseñara a sus niños a depositar los desechos en lugares destinados para ésto, no veríamos hoy en día personas arrojar lo que se les ocurra por las ventanas, ríos, playas, aceras, etc..
Qué papel juega un (a) botador (a) en la escena descrita anteriormente? Es una persona que arroja basura fuera del cesto ó lugar destinado para recolectar la basura apropiadamente. Podemos llamarlos de muchas maneras diferentes: cochinos, ignorantes, desaseados, etc., sin embargo, botador, aunque no sea un término común para llamar a personas con éste tipo de comportamiento, parece ser apropiado para llamar la atención a personas con una psicología digna de estudiar pero no como ejemplo positivo, sino como un gran problema de la sociedad en la que vivimos.
Por qué un problema? Porque si todos decidiéramos arrojar nuestros desechos en cualquier lugar nos convertiríamos en pepenadores ambulantes inconscientes de un gran basurero. Es un problema, porque aunque sea inconsciente, viola el derecho de otras personas de vivir en un ambiente limpio y confortable y peor aún, los botadores (as), se convierten en modelos de las futuras gener
aciones.
Puede ser falta de educación, dicen algunos estudiosos. A pesar de que en 1992, se implementó el marco legal para la Educación Ambiental como eje transversal de la educación, no es posible encontrar trazas de que esto se está practicando en los centros educativos. Muchos argumentos muy sólidos sustentan por qué no se hace: falta de tiempo, falta de capacitación, falta de interés de los docentes, falta de recursos y muchas cosas más. El caso es que no vemos una educación orientada a evitar botadores (as).
Es más, en la mayoría de los centros educativos públicos, los trabajadores manuales tienen trabajo en exceso recogiendo los desechos de los niños durante el recreo.
En mis años de infancia, los COD nos llevaban a la dirección ó a un salón para esperar una amonestación por arrojar basura en la escuela. La escuelita en cuestión era una pequeña escuela pública pero con una directora que creía firmemente en la diciplina. Aún se permitía a los maestros reprender y corregir a los estudiantes. Tal vez eso y el hecho de que mi madre odiaba a los botadores (as) con todo su corazón, forjaron el camino se estar en el bando de los que odiamos a los botadores (as) adultos y sentimos lástima de los niños que lo hacen y tratamos de cambiar el mundo enseñando no que nos enseñaron.
Ver a un niño arrojando basura de forma inconsciente debería hacernos reflexionar sobre el tipo de ciudadanos que estamos formando. Qué están viendo nuestros niños y jóvenes que se comportan de esa manera? Podemos hacer realmente algo para cambiar la situación? Cuánto tiempo va a tomar la medida del cambio? Aveces, para aquellos que detestamos ésta actitud, pareciera ser un proyecto de vida tratar de enseñar y divulgar que arrojar basura en cualquier lado que no esté especificado para este fin, no está bien. No está bien hoy ni mañana ni nunca, a menos que nos guste a todos vivir en medio de la basura y cambien las leyes y las personas ignorantes sean los que depositan la basura en su lugar.
Una pregunta obligada en este punto sería, cómo podemos reprender al niño que hace una cosa que ve que hacen los adultos y en esa etapa de sus vidas muchas cosas se hacen por repetición de lo que ven de sus modelos. Fácil, reprendiéndolos y tratando de enseñar con el ejemplo. Difícil porque cuando nos damos vuelta tal vez algún adulto arroja una lata de coca cola (en el mejor de los casos) por la ventana del auto. De dónde nace la idea de que las aceras, carreteras, ríos, playas y cualquier otro sitio público son basureros?.
¿Por qué una persona arroja basura en cualquier lugar y casi de manera inconsciente?
a. Porque no encuentra basurero. Error. Cuando no hay cestos de basura disponibles, guardamos la carga hasta cuando podamos depositarla en un lugar apropiado. Si lo hacemos de todos modos, demuestra muy poca educación (no importa cuantos años de estudio tengamos encima), demuestra irrespeto hacia los demás y hacia el medio en el que estamos. Que no haya basurero, no es excusa.
b. Porque no se da cuenta de lo que hace. Es posible que el hábito sea tan arraigado que se hace un acto inconsciente. En ésta caso podría asumirse que el hábito es costumbre y que va a ser difícil de cambiar a menos que la campaña de “no seas botador (a) por no decir cochino (a)”, sea muy fuerte y muy constante. En las personas adultas, estos hábitos son difíciles de cambiar. Lo inconveniente del asunto, es que adultos con ese comportamiento se convierten en focos de infección del mal hábito hacia el resto de la población, especialmente para los más jóvenes.
c. Porque hay personas que recogen la basura. No en todos lados. En la ciudad capital pareciera ser que nos cansamos de luchar contra los botadores (as) y decidimos remendar en vez de reparar. Sin embargo, en la mayor parte de país, no se cuenta con recursos suficientes para darnos el lujo de tener personas que recojan los desechos de otros. Así que como dicen, no ensuciar es limpiar!.
d. Porque nadie me está viendo. Siempre hay alguien viendo y si empezamos a crear ese hábito, luego muchas personas nos verán y dirán para sus adentros: fíjate que cochino ese (a). Además, la sensatez propia debería ser suficiente para detenernos antes de hacer semejante muestra de ignorancia.
e. Porque un papelito de plástico no es nada y se degrada rápido. Nada de rápido, el plástico es uno de los mayores contaminantes, además, causa muchos problemas colaterales a la fauna silvestre. Muchas especies mueren asficciadas por consumir plástico. Además, si no lo hacemos en nuestra casa, por qué hacerlo en la casa de todos?
Crear una cultura de no ser botadores, no es imposible pero requiere de un gran trabajo en equipo. Requiere de muchas manos que se sumen de diferentes maneras, en diferentes lugares, con diferentes estilos para llegar lejos con una campaña que nos permita apreciar NATURALMENTE PANAMÁ más limpia y hermosa sin basura en todos lados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario